LA PRIMAVERA CHILENA ES Y SERÁ CON NOSOTRAS

Editorial

Por Anita Martínez, Directora Revista Ahora Nosotras

“No son 30 pesos, son 30 años” es la consigna que marca la primavera chilena. Momento en que el pueblo de Chile da a conocer que el problema no fue únicamente por el alza en el transporte público propuesto por un panel de expertos a inicios de octubre de 2019. Se trató de décadas de injusticia que estallaron en demandas que confluyeron y aunaron bajo la idea de dignidad.

Pareciera entonces que la élite empresarial y política, acostumbrada a llevar al límite a las y los trabajadores, presionaron más de la cuenta y una olla a presión explotó: bajos sueldos, abusos, saqueo, violencia de género y reglas diferentes y arbitrarias, dependiendo del Chile al que se pertenece eran pan de cada día y fueron las razones por las que Chile dijo ¡Basta!

El oasis en medio del caos de la región nunca existió. Era un mar de deudas y de vidas mercantilizadas, hartas de esperar por una «política del chorreo» que nunca llegó. Cansadas de acumular créditos para sostener la vida de nuestras abuelas y abuelos. Porque ya sabíamos que ni ellas ni nosotras conoceríamos época de júbilo alguna.

Fue así como las manifestaciones y diversas demandas inundaron los muros de cada esquina de nuestro país y se articularon en una petición concreta: revertir el actual modelo político y económico mediante una Asamblea Constituyente democrática que repensara las reglas que como comunidad política queríamos darnos.

La petición era esta porque la crisis exigía que nos preguntáramos colectivamente qué nos constituye como pueblo hoy. Sin embargo,  cualquier deliberación y creación de una nueva Carta Magna no podía hacerse con la exclusión de los grupos históricamente oprimidos y silenciados.

El movimiento feminista, dado su potencial estratégico y capacidad orgánica, tendría muchísimo que decir. No era posible pensar nuevas reglas sin que las mujeres, más de la mitad de la sociedad, fuéramos parte real y efectiva de esa deliberación.

De esta manera se gestó la demanda por paridad y un #NuncaMásSinNosotras fue enarbolado por activistas, académicas, organizaciones sociales y políticas feministas que decidieron trabajar unidas para obtener un mecanismo que asegurara, por primera vez en el mundo, escribir una Constitución de manera paritaria. Este logro lo alcanzamos pocos días antes de conmemorar un nuevo 8 de marzo y se comenzará a hacer posible con el triunfo de la Convención Constitucional en el reciente plebiscito.

Sin embargo, este momento constituyente aún en curso es también un momento destituyente que traerá consigo,  para las fuerzas emergentes, el desafío de demostrar su capacidad de responder de manera consistente a las demandas sostenidas por el pueblo.

Así, el arrollador triunfo del apruebo en el reciente plebiscito histórico marca el cierre de estos 30 años de transición y de gobiernos de «en la medida de lo posible«, pero será responsabilidad de las nuevas fuerzas políticas demostrar si formarán o no parte de este Chile que renace, y que tal y como lo anuncian Las Tesis, ya no teme a un modelo o estructura que lo controla. Todo lo contrario, lo apunta sin temor como el culpable, porque -por fin- sabe que solo de esa forma puede transformarlo.